sábado, 31 de marzo de 2012

LA BATEA

Los instrumentos que tradicionalmente conforman la batería de murga son tres: el bombo, los platillos y el redoblante.

El Bombo

Hoy se utilizan bombos de unas veinte pulgadas de diámetro. El bombo va colgado a través de una correa, quedando el único parche (de material sintético) hacia arriba. La afinación se logra a través de tensores de metal. Para tocarlo se usa un mazo o maceta y la mano libre. Antiguamente se usaban bombos de mayor diámetro y menor altura de caja. Los parches eran de cuero (dos, uno en cada boca del bombo) que se afinaban con tientos o tensores de metal.

El Redoblante

No hay un consenso sobre cuál es el redoblante que mejor se adapta a la murga, podemos encontrar redoblantes de metal como de madera (aunque estos últimos suelen ser los más utilizados). El redoblante puede colgarse de distintas formas: con un cinto, con dos, horizontal, un poco inclinado, más arriba o más abajo, esto dependerá del instrumentista, del “grip” que utilice, y en definitiva de cómo se sienta más cómodo. La batería muchas veces mientras toca, se desplaza, y tocar un instrumento y desplazarse simultáneamente, genera una dificultad, mucho más evidente en el redoblante. En los últimos tiempos hemos presenciado como a la batería se le exige cada vez más que participe del movimiento escénico, con más razón cobra importancia colgarse el redoblante de forma que el instrumentista se sienta cómodo, y no comprometa la parte musical.
El redoblante tiene dos parches: el superior “batidor” y el inferior “bordonero”, en este último es donde participa la bordona (conjunto de hilos de metal que por medio de una palanca se hacen contactar con el parche o separar de él), la bordona le da el sonido característico al redoblante. Como en el caso del bombo, antiguamente los parches del redoblante eran de cuero.

Los Platillos

Los platillos que se utilizan actualmente suelen ser los “Charleston” o “Hi-Hat” de la batería americana. Por el agujero del centro del plato pasa una tela, que le permite al platillero sostenerlo y maniobrarlo. La sonoridad de los platos (y de la batería en general) hoy es mucho más brillante, antiguamente los platos eran más gruesos, por lo tanto su sonido más opaco. La cantidad de timbres que puede obtener un platillero es impresionante. En el libro “Cual retazo de los suelos” Guillermo Lamolle realiza un comentario al respecto: “Los platos se hacen chocar en tantos ángulos distintos que se necesitaría un tratado de trigonometría para contarlo”

Su historia

Quien implantó y popularizó la batería de murga tal como la conocemos hoy fue José Ministeri “Pepino”, director de la murga “Patos Cabreros”, alrededor del año 1918. Antes de eso la murga utilizaba instrumentos “informales” como tapas de olla, peine con hojilla o variantes como el Kazoo y algún viento.  El mismo Pepino cuenta en un reportaje: “Allá por el año 1917, nadie prestaba atención a las murgas. Lo más importante del carnaval eran las grandes comparsas, que a veces llenaban tres cuadras desfilando. A los murguistas, que a veces no llegábamos ni a diez, ni nos miraban. Entonces buscamos la manera de dar mayor espectacularidad a la murga. Primero empezamos a abandonar los instrumentos a viento antiguos y los platillos que eran vulgares tapas de cacerolas que producían un ruido poco agradable, el bombo que era una barrica vieja de yerba y todo por el estilo. Me tocó a mí introducir el redoblante, el bombo de verdad actual y los platillos auténticos, Aquello fue otra cosa. El redoblante y el suspenso de los platillos llamaban de inmediato la atención…”


Sus toques

Los ritmos característicos son la “marcha camión” y el “candombeado”. En ambos, podemos reconocer la influencia del candombe, aunque hoy estos toques ya poseen una identidad propia. Además de estos dos ritmos, la batería ha adaptado prácticamente cualquier ritmo que se precie de tal: plena, merengue, samba, zamba, chacarera, bossa nova, baión, son, rumba, cumbia, rock, jazz, más otros ritmos inventados, a esto debemos sumar la diversidad de maneras de tocar, prácticamente no hay dos instrumentistas que toquen de la misma manera.

Las posibilidades tímbricas y musicales de la batería de murga, son infinitas.

REPERTORIO DE LA MURGA - extraído del libro "Sin Disfraz" de Lamolle y Lombardo

El repertorio de la murga responde generalmente a la estructura que se describe a continuación. 

A – Saludo o presentación: la duración aproximada es de cinco (5) minutos. Antiguamente la murga tenía un presentador que se encargaba de introducir cada uno de los cuadros del espectáculo, por lo tanto era lo primero que se escuchaba.
Es en el saludo donde debe quedar definida la personalidad de la murga, por lo cual es muy importante el poder de síntesis del letrista y del arreglador.

B – El medio de la actuación incluye cuplés y eventualmente un salpicón o popurrí: Llamamos salpicón a una serie de cuartetas improvisadas según un criterio de preguntas y respuestas dentro de las cuales cada par de cuartetas se refiere a un tema de actualidad. La primera cuarteta presenta el tema y la segunda remata en forma humorística o con una frase de neto contenido social. El salpicón solía cantarse luego del saludo como otro cuadro independiente. Actualmente, cuando existe, suele estar integrado al saludo o aparece “disfrazado” de cuplé o formando parte de uno.

El popurrí tocaba menos cantidad de temas pero los desarrollaba más. El popurrí propiamente dicho ha caído en desuso.

El cuplé es la parte central y de mayor importancia de la murga. A lo largo del cuplé se dan picos de tensión pensados para mantener la atención del público en cada tablado o escenario barrial.
Los cuplés tradicionales podían tener un personaje individual (el solista o cupletero), que solía presentarse como ajeno a la murga, y otro grupal: la murga, que dialogaba con el solista y le discutía e interrogaba acerca del tema en cuestión. El solista era el encargado de hacer reír o llorar al público de acuerdo a la situación.
Otro esquema bastante común fue el de los dos solistas (personajes relacionados entre sí, frecuentemente opuestos) que daban su versión de las cosas. En este caso uno completaba lo que el otro había empezado pero cambiándole totalmente el sentido original.

C – La Retirada o Despedida: es más larga que la presentación, comúnmente no supera lo diez (10) minutos. Esta es la parte que suelen disfrutar más los murguistas porque por lo general es lo más lindo de cantar, los arreglos son más cuidados y pulidos porque son el broche de oro del trabajo del director.  

La retirada suele estar dedicada a algo: persona, personaje histórico, mitológico, o algo abstracto como los abuelos, las cosas que se fueron, los murguistas de antes, etcétera. Esta última parte no tiene final, en un momento se empieza a repetir un fragmento y la murga baja del escenario cantando, sigue cantando abajo hasta que el canto se desvanece.





CORO DE MURGA - extraído del libro "Sin Disfraz" de Lamolle y Lombardo

La murga es el único género polifónico de la música tradicional uruguaya. Este género no sólo es coral por excelencia sino que son frecuentes los juegos de preguntas y respuestas.
En el concurso, como ya habíamos citado, el coro no debe exceder el número de trece integrantes. Lo común es que las voces sean todas masculinas, aunque no es rara la presencia de una o más mujeres en la actualidad.
Las voces están organizadas por grupos o “cuerdas”: los segundos, los primos y los sobreprimos. Cada cuerda tiene sus subdivisiones a saber: 
  • Los segundos se dividen en bajos y segundos propiamente dichos. Los primos, en primos lisos y primos altos.
  •  Los sobreprimos admiten una especialización: la tercia, que tiene un carácter más solista.
Al igual que un coro tradicional cada cuerda responde a un registro vocal propio. Para ponernos de acuerdo con la terminología llamaremos do4 al do central del piano. Los primos tienen un registro que abarca la octava del sol3 al sol4 pudiendo extenderse hacia abajo a un mi3 y hacia arriba al sol4 e incluso al la4. Los sobreprimos cantan desde el mi4 al la4 pudiendo ampliar hacia abajo al do4 y hacia arriba al re5. El registro de los segundos va desde el do3 al do4, aunque su rendimiento máximo está por encima del mi3. La voz grave de la murga no puede ser tan grave debido al hecho de tener que cantar a gran volumen en espacios abiertos. De todas maneras el registro puede extenderse hacia abajo al sol2 y hacia arriba al do4 y re4.
En cuanto a los arreglos vocales, supuestamente la cuerda de primos es la que lleva la melodía y las otras cuerdas armonizan tanto por arriba como por debajo de la misma. En la práctica esto no es tan estricto, hay melodías que por su gran amplitud deben ser repartidas entre las distintas cuerdas. Por lo tanto no puede establecerse una regla en cuanto a la distribución de los temas entre las distintas voces.
Los arreglos se basan en partes corales armonizadas por terceras intercaladas con solos, dúos y tríos. Antiguamente la mayor parte del tiempo el coro se desplegaba a dos voces con la esporádica aparición de una tercera voz con los sobreprimos. Hoy la presencia de tres o más voces cantando es permanente pero no son raros los unísonos (para dar mayor fuerza) o las notas pedales.
Con respecto a la complejidad de las partes vocales, por lo general los culpes y salpicones suelen tener músicas y arreglos más sencillos que la presentación y la retirada, como ya lo habíamos adelantado en el punto repertorio.
Con respecto de los temas musicales que forman parte de los espectáculos, generalmente son temas populares (folclóricos, de rock nacional e internacional, boleros, etcétera) para los cuales se les compone una letra nueva, ya sea parodiando el contenido de la letra original o haciendo referencia al tema sobre el cual esté basado el argumento del espectáculo. La idea de tomar melodías conocidas surge de la necesidad de que el público preste especial atención al contenido literario del espectáculo.

«LOS CANTOS INMIGRANTES SE MEZCLARON...» LA MURGA URUGUAYA: ENCUENTRO DE ORIGENES Y LENGUAJES - Por Margarita Fornaro

HISTORIA DE MURGA

La murga es la manifestación artística más íntimamente ligada al corazón de los uruguayos. La protesta punzante, la sátira, la jocosidad y la ironía son los pilares en los que se sustenta la murga. Desde su génesis se caracterizó por su crítica sin mordazas, por sus acertadas caricaturas de la sociedad y de los personajes del quehacer político. Incluso en períodos dictatoriales que vivió nuestro país, las murgas se ingeniaron para deslizar entre líneas -desafiando a la censura- su mensaje de fe y de esperanza, interpretando el sentir de nuestra gente. Producto de esa consubstanciación, es la fidelidad de sus adeptos, que memorizan sus estrofas y las entonan "a pleno pulmón" en cuanta ocasión se presenta.

Cada barrio tiene "su murga", la cual ensaya en un club o en las puertas de un bar de la zona. Allí confluyen en las noches veraniegas, las familias enteras, unidos como es tradicional con sus compañeros inseparables: el termo y el mate- que testimonian, de dicha manera, su incondicional apoyo a la agrupación, comprometiéndose a seguirla por su periplo montevideano. 

Las murgas pioneras
La expresión murguera tuvo su cuna en España. La pionera en suelo oriental se conoció en 1908. Su título era "Gaditana que se va" e integraba el repertorio ofrecido por la Compañía de Zarzuelas dirigida por Diego Muñoz, la sala que los cobijó fue el "Parque Hotel" y la respuesta del público era una cerrada ovación cada noche. Tanta gente acudía que en cierta ocasión casi provoca una tragedia, cuando uno de los balcones se derrumbó al no poder soportar tanto peso.

En 1909, un grupo de máscaras sueltas liderado por Ernesto Guerín decidió parodiar a esa murga: la gracia desbordante de esos "locos lindos" despertó la simpatía de los montevideanos e inmediatamente los convirtió en uno de sus favoritos. En el desfile de Carnaval realizado en la zona del Parque Urbano (hoy Rodó) obtuvieron un premio de $ 10.00 (el dólar se cotizaba en el mercado cambiario de aquel entonces a $ 0.97, aunque parezca mentira). Otros premios obtenidos en ese año fueron el de la originalidad en el escenario ubicado en Nueva York y Magallanes, 1 libra por su música en el tablado erigido en Defensa y Carapé, una mención especial por su música en el tablado de Villa Muñoz y un segundo premio al canto en el escenario Libertad, sito en Justicia e Independencia.

De esta forma nació un bastión de nuestras carnestolendas. El ejemplo de "Gaditana que se va" fue seguido por muchos otros que adoptaron títulos plenos de gracia e ingenio como "Don Bochinche y Compañía", "Formale el cuento a la Vieja", "Tirame la punta del naso", "Domadores de suegras", "Salimos por no quedarnos en casa", "Los peludos terribles", "Amantes al salamín", "Escuela de tiburones" o "Asaltantes con Patente", por citar algunos.

Aquellas pioneras estaban conformadas por seis o siete integrantes que se movían frenéticamente, disfrazados y con sus rostros embadurnados, entonaban melodías que causaban furor en dicha época, sustituyendo sus letras originales por otras de tono picaresco, utilizando como acompañamiento instrumentos de viento, fabricados con cartón.

La evolución de la murga
La murga fue evolucionando y fue reconocida como una nueva categoría en 1917.
El número de componentes fue creciendo -hoy ronda la veintena y fueron sustituidos aquellos instrumentos primitivos que demandaban un gran esfuerzo de los artistas- por el bombo, el platillo y el redoblante. Tal innovación fue obra de José Ministeri célebre por su mote de "Pepino"- una figura señera de la historia del Carnaval, un mito eternamente ligado a sus legendarios "Patos Cabreros". "Pepino" también impuso la vestimenta del director (ataviado con un elegante frac, levita y... ¡zapatillas!) bailando alegremente al son de la batería, mientras su batuta trazaba piruetas en el aire.
Otro de los innovadores fue Domingo Espert, bautizado como "El Loco Pamento" junto a "Los Saltimbanquis" adicionó la mímica, el maquillaje artístico y la presentación hablada de las murgas.

"Araca la Cana" también marcó un cambio trascendente para la categoría y para el Carnaval, en general. Hasta su irrupción en el reinado de Momo era habitual que los conjuntos subieran a los tablados y escenarios y realizaran su actuación de frente al jurado y... ¡de espaldas al público! Parece extraño pero, era así. Los integrantes del Jurado se sentaban cómodamente contra el fondo o telón del escenario y luego subía el conjunto para actuar ante ellos, "Araca la Cana" rompió la tradición y decidió cantar "de cara al público" y de "espaldas al jurado", surgiendo a partir de ese instante la leyenda de sus constantes enfrentamientos con los encargados de impartir la justicia.

En los años cincuenta "Curtidores de Hongos" reflotó los instrumentos de viento y los adicionó al bombo, platillo y redoblante, mejorando sensiblemente el espectáculo, aunque su ejemplo no tuvo mayores adeptos y, finalmente, los abandonó.
En 1969, José "Pepe Veneno" Alanís concibe a "La Soberana" quien aporta a la murga la coreografía y un cuidado movimiento escénico, abriendo un nuevo surco, el cual sería transitado por los restantes conjuntos, también se preocupó por lograr una perfecta vocalización que permitiera un correcto entendimiento de los versos entonados por el coro.
En los años ochenta nace una corriente denominada "Canto Popular" que da impulsos renovados a la murga. Al influjo de la moda aparecen títulos de gran arraigo popular como "Reina de la Teja" y "Falta y Resto" y se revitalizan otros como "Araca la Cana" y "Los Diablos Verdes", quienes prolongan sus actuaciones a los doce meses del año, trascendiendo las fronteras del Carnaval. Mientras esto sucedía, otras murgas se identifican con una zona geográfica "La Unión", que más que un barrio es un sentimiento o una concepción de lo que debe ser la murga: "Los Saltimbanquis", "Los Arlequines", "La Milonga Nacional", "La Nueva Milonga", "Don Timoteo", son algunos de los nombres que obedecen a esa filosofía.

En los últimos años dos murgas han dejado su impronta. La ya citada "Falta y Resto", con su sorprendente y fascinante despliegue escénico y una nueva propuesta con libretos muy inspirados, desbordantes de originalidad. El otro nombre, "Antimurga B C G", con una concepción diferente de lo que debe ser el espectáculo murguero, apostando a la "locura generalizada", a la participación del público y a la diversión sin pausa, bajando del escenario, retomando los instrumentos de viento, rencontrándose con el espíritu de las murgas pioneras y desatando polémicas, aunque su ejemplo ya ha encontrado infinidad de adeptos.

HISTORIAS EN GENERAL DEL CARNAVAL - LA MAYOR FIESTA DE LA CULTURA Y LA PARTICIPACION POPULAR - por Guillermo Font

Con una larga historia detrás que se remota por lo menos a mediados del siglo XIX, se dice que el Carnaval uruguayo es el más largo del mundo (40 días). Si bien su desarrollo se extiende a todo el país con importantes eventos en varias ciudades del interior, las principales actividades se realizan en Montevideo. La inauguración, desde este año (para que no se junte con el inicio de las clases en el sistema de enseñanza), se hace a mediados de enero, la celebración se extiende por todo febrero, culminando a principios de marzo. Sólo 2 días, de acuerdo al calendario, son feriados, aunque laborables para las empresas privadas. 

Tiene dos grandes vertientes (aunque no son las únicas), que no son antagónicas sino que más bien se complementan: las murgas , de origen español, cuyas letras tienen un alto contenido de humor y sátira social y política, la voz del pueblo , y jugaron un importante papel socio-cultural durante la dictadura (1973-84), y el candombe , de origen afro-negro, que recrea los orígenes africanos de los negros esclavos y la época colonial, con sus trajes, cantos y bailes típicos, culturas y religiones, y su evolución natural hasta nuestros días. Se suman las otras categorías Humoristas, Parodistas y Revistas. 

La preparación del Carnaval comienza a mediados del año anterior, tiempo en que se preparan los trajes, letras, músicas, etc.; elección en diciembre de las Reinas del Carnaval y las Llamadas de las 18 Zonas o distritos descentralizados de Montevideo, bajo el auspicio de los respectivos gobiernos locales; la Prueba de Admisión, etc.
Las candidatas a Reinas de Carnaval y de Llamadas son electas en los barrios a través de eventos organizados por los órganos del Gobierno Local (Junta Local y Concejo Vecinal) y organizaciones sociales, vecinales, cooperativas, etc. de cada Zona, con el apoyo de los departamentos de Cultura y de Descentralización de la Intendencia de Montevideo. En esos eventos se eligen las Reinas Zonales de ambas categorías. Los vecinos también tienen un importante papel en la organización de las distintas actividades del Carnaval en los barrios. 

Una parte importante de la cultura uruguaya
La mayor fiesta popular uruguaya trasciende el Carnaval en sí mismo, representando una parte importante de la cultura que se refleja –se festeja y se exhibe– en la “época” del Carnaval. Pues estas actividades, en diferentes formas, se “practican” durante todo el año en eventos oficiales, talleres, espectáculos y festivales, y espontáneamente en los barrios, tanto en lo que se refiere a las murgas como al candombe. También se trasmite por tradición oral de generación en generación, recordándose –en asados y fiestas familiares y de amigos– las antiguas músicas y letras. La preparación del Carnaval pasa por la elección de las reinas zonales; la preselección de los conjuntos en sus diferentes categoría, también en diciembre del año anterior; el Carnaval de las Promesas (de niños y adolescentes) a principios del mes de enero (con desfile y concurso incluidos), que reúne decenas de agrupaciones infantiles, y a más de 1.000 niños; y por lo que no se ve que es la confección de los vestuarios, las letras y músicas, los ensayos, los vecinos reuniéndose para organizar sus tablados y corsos en los barrios, etc.      

El lanzamiento oficial del Carnaval montevideano se realiza con un acto que cuenta con la presencia del intendente de Montevideo, representantes del gobierno nacional (Cultura y Turismo, entre otros), de las agrupaciones carnavaleras, ediles de la Junta Departamental de Montevideo y de los 18 gobiernos locales y comisiones vecinales responsables de los preparativos de la fiesta en cada Zona, en el marco del proceso de descentralización y participación ciudadana.

La Directora de Turismo del Departamento de Cultura de la IMM, Lilián Kechichian, ha destacado la sacrificada labor de los vecinos, que con tesón y gran esfuerzo llevan adelante los preparativos de las actividades carnavaleras en los barrios de Montevideo. Expresó por su parte su entusiasmo y optimismo por un gran carnaval no solamente para Montevideo sino para todos aquellos que nos visitan. 

La Cultura da Trabajo    
El Carnaval también trae trabajo. Así lo destacaba, en el lanzamiento del Carnaval 2001, el (ya fallecido) intendente interino y Director de Descentralización de la IMM, Ernesto de los Campos. "Esta expresión cultural, tan enraizada en nuestro pueblo, significa además trabajo, tema no menor en el Uruguay de hoy, y trabajo importante. Destacó también la importancia del Carnaval como atractivo turístico, que también deja trabajo y da más posibilidades a los uruguayos. "Quién haya analizado la ecuación turismo-carnaval-trabajo, puede concluir que la relación va en aumento". Cada año, expresó el entonces jefe comunal, el Carnaval atrae más turismo, dejando mayores ingresos.      

En este tema, hablando de la cultura en general, el Director de Cultura de la IMM, Gonzalo Carambula, ha reiterado el concepto de la cultura como inversión y promotora de fuentes de trabajo.     
 
El Carnaval en Montevideo comenzó oficialmente el 20 de enero con su Desfile Inaugural por la Av. 18 de Julio, en el centro de la ciudad, donde participan todos los que de una manera u otra estarán en las distintas actividades oficiales y en los barrios (74 grupos participaron este año): los cabezudos, los carros alegóricos, las reinas y princesas, agrupaciones y conjuntos (en sus diferentes categorías: murgas, negros y lubolos, humoristas, parodistas y revistas), artistas populares, etc. Desde este año se adelantó para que no interfiera el final del Carnaval con el comienzo de las clases en la enseñanza, cosa que ocurría años anteriores, sobre todo se atrasaban las fechas del Concurso en el Teatro Municipal de Verano a causa del mal tiempo.   
 
Los festejos se extienden hasta principios de marzo, realizándose actuaciones todas las noches en los "tablados" o escenarios populares (fijos y móviles) y comerciales en los barrios, y en los corsos o desfiles en distintos zonas, así como en el Teatro Municipal de Verano, donde se realiza el Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval. Cuarenta y ocho agrupaciones de las diferentes categorías participan este año en el Concurso, en las categorías murgas, sociedades de negros y lubolos, humoristas, parodistas y revistas.     

La segunda gran concentración es el Desfile de Las Llamadas por los viejos y populares barrios Sur y Palermo, a pocas cuadras del centro de la ciudad, que este año será el 4 de febrero. Las Llamadas evocan el encuentro de los "negros" esclavos de la colonia (compartiendo su cultura y origen africano), en la libertad del Candombe, que se convirtió en un aporte fundamental de la cultura afro a la música y cultura uruguaya.

Sin dudas esta es la mayor concentración popular y la que atrae mayor cantidad de visitantes. Relacionada tradicionalmente con el Carnaval, su realización podría ubicarse en cualquier fecha. De hecho, se realizan espontáneamente durante el año, en distintos barrios de Montevideo, en algunos casos todas las semanas. Siendo otra fecha importante, aunque informalmente, el 6 de enero. Este año desfilarán 36 agrupaciones con más de 2.000 tamboriles en sus diferentes tonos: chico, repique y piano. La reglamentación limitó a 70 tamboriles por comparsa.

La fiesta también llega a los barrios  
La fiesta también llega a los barrios. Destacándose las actividades organizadas por las diferentes comisiones de cultura y/o carnaval de las respectivas zonas de Montevideo.
Atrás quedaron las reuniones, el conseguir recursos y la elección de reinas. Ahora las actividades se centran en los corsos y tablados, llevados adelante por vecinos que trabajan honoraria y casi anónimamente, y que en muchos casos ocupan cargos de gobierno a nivel local (Junta Local y Concejo Vecinal). 

No es noticia el vecino si a actividades positivas se dedica en su barrio. Por eso poco se sabe como se llega al Corso y al Tablado (gratis) en la Zona. Esto no surge de la nada ni de funcionarios caprichosos que se les ocurre hacer tal y cual cosa en un barrio.

La Comisión del Carnaval en la Zona
Cada Zona tiene una Comisión de Carnaval (que puede ser la propia Comisión de Cultura del Gobierno Local o una sub comisión de esta o una Comisión nombrada a tales efectos) integrada por ediles locales, concejales vecinales y vecinos.
Estas comisiones son las que se encargan de la organización del Carnaval Zonal, como parte de acciones (culturales en este caso) de Gobierno en la Zona. Son el motor de la mayor manifestación popular de nuestro pueblo desde los barrios. 

Comienzan a funcionar por el mes de octubre, con la organización de la elección de Reinas del Carnaval y de las Llamadas de la respectiva Zona, y pasan por las diferentes actividades en febrero y marzo. Parte de su labor, es conseguir fondos locales (a través de rifas, actividades y aportes de empresas y comercios) poniendo en práctica políticas de cooperación público-privado y de cogestión en las tareas del gobierno local. Estos fondos no sólo servirán para llevar adelante las actividades, sino que serán necesarios para la realización de los premios y concursos en los corsos y tablados, pero antes, los premios para las reinas de Carnaval y Llamadas de la respectiva Zona. 

En el caso del Carnaval, cuentan con el apoyo y asesoramiento del Departamento de Descentralización de la Intendencia de Montevideo, de la División Turismo del Departamento de Cultura, y del Centro Comunal Zonal respectivo.

Democracia y Gobierno Local en la Zona 
Aunque el tema hoy es el Carnaval, vale la pena detenerse en lo que es el funcionamiento de la descentralización en Montevideo. Solo así podremos entender la labor de miles de vecinos y cientos de organizaciones, llevando adelante tareas voluntarias para el desarrollo social y comunitario, desde lo local, mejorando la calidad de vida de los vecinos y, fundamentalmente, profundizando la democracia.

Las comisiones de carnaval son un ejemplo de lo que se hace en otras áreas, de lo que la participación vecinal puede lograr. Cada calle y espacio público, cada acción social y acto cultural, lleva atrás la labor de vecinos organizados, discutiendo, intercambiando, proponiendo y resolviendo. 

El Departamento de Montevideo se dividió desde 1990 en 18 Zonas, como comienzo del proceso de Descentralización y Participación ciudadana en la toma de decisiones, y de Desconcentración de Servicios municipales, impulsado por el Gobierno Municipal y los vecinos y sus organizaciones. 

Cada Zona (que es el territorio o distrito, y no debe confundirse con el Centro Comunal Zonal o su sigla CCZ, que es la oficina municipal en la Zona), cuenta con un Gobierno Local.
Este está integrado por la Junta Local (las hay en varios pueblos y ciudades del interior desde hace muchísimo tiempo, y en Montevideo se nombran a partir de 1990, aunque desde hace muchísimo tiempo ya estaban previstas en la Constitución y nunca fueron creadas por los anteriores gobiernos) y el Concejo Vecinal, que es lo novedoso del proceso de descentralización (gobierno local y participación vecinal) y desconcentración de servicios (centro comunal zonal). 

La Junta Local tiene una integración política, en representación proporcional a las elecciones municipales, correspondiendo 3 ediles locales para el partido mayoritario (desde 1989 el Frente Amplio) y 2 integrantes a los partidos minoritarios (Nacional y Colorado).
Es un órgano Ejecutivo, equivale al intendente en la respectiva Zona (con la diferencia que es un Ejecutivo colegiado de 5 miembros, del que participa la oposición, y el Intendente es un cargo unipersonal). Estos ediles locales no deben confundirse con los ediles de la Junta Departamental de Montevideo, que es un órgano legislativo. 

El Concejo Vecinal es un órgano integrado por entre 25 a 40 vecinos (según la Zona), que de alguna manera representan a los diferentes barrios, y pertenecen en general a comisiones vecinales, organizaciones sociales, cooperativas de viviendas, instituciones religiosas o deportivas, empresariales, etc., que los proponen como candidatos. También pueden ser candidatos vecinos a título personal con respaldo de diez firmas de vecinos. 

Son electos en elecciones que se realizan el mismo día en las 18 Zonas (o distritos) de Montevideo. Tiene capacidad de propuesta e iniciativa, así como de control y fiscalización del funcionamiento del gobierno local y municipal en la Zona.
Tiene un rol fundamental en la discusión y elaboración del Plan Quinquenal Municipal y del Plan Estratégico de Desarrollo Zonal. Previamente convoca a asambleas vecinales en los diferentes barrios, para recibir las propuestas de los vecinos para los planes de desarrollo local y municipal. 


Puede convocar a directores municipales y al propio intendente municipal, incluso asambleas vecinales, para tratar temas relacionados con obras, servicios de la zona, propuestas, etc.

ORIGEN DEL CARNAVAL

El Apocalipsis de San Juan había sentenciado que al finalizar el primer milenio, Satán sería liberado por un tiempo, y ese tiempo sería el fin del mundo. La llegada del año 1000 en la Europa medieval se convirtió en una histeria colectiva. Poblaciones enteras se entregaron a prolongados ayunos y flagelaciones, se hacían sacrificios y se confesaban todos los pecados, en una espera angustiosa del fin del milenio. 

Pero llegó el último segundo del año 1000 y todo siguió igual. El alivio y el escape de la tensión provocaron una fiesta desenfrenada en la que el miedo a la muerte se transformó en burla. La vida humillaba a la muerte y de esa burla en el Carnaval fue eje central en la Europa medieval y hasta nuestros días, realzando la figura de Momo.

“La real historia del carnaval es mucho más compleja e interesante que una mera repetición de fiestas olvidadas. El Carnaval es una creación auténtica y autóctona de Europa, creación popular que dio origen nada menos que a la Comedia dell´Arte y de allí a todo el teatro occidental. (Tal lo que relata, Agustín Norbel, en sus tesis sobre el Carnaval).

La Comedia del Arte es esencial para quienes quieren adentrarse en el misterio del Carnaval; las figuras de Arlequín, Colombina, Pierrot y Polichinela han pasado a través de los años y han sido representadas en el Carnaval uruguayo.

Arlequín se emparenta con uno de los diez demonios que encabezan la trágica procesión de los muertos en el Infierno del Dante, que rodeado por almas del Purgatorio realiza rondas nocturnas, provocando alboroto y ruidos infernales. Arlequín se iguala también con Hermes Psychopompos, el dios griego, cuya misión era guiar los muertos al otro mundo; era, por lo tanto, un demonio desatado, y dentro de la propia Comedia dell´Arte un criado tonto, que tras la máscara escondía secretos, y que definen como necio, grosero, y de una sensualidad infantil.
Al lado de Arlequín estaba Colombina, cuyo nombre proviene del latín; “columbarium”, el edificio parecido a un palomar donde se conservan las urnas funerarias. Se trata de una criada y viste con un traje ajado, lleno de petachos, y no lleva máscara. Es característico su denso maquillaje alrededor de los ojos y el hecho de llevar un tamborcillo con el que rechaza los intentos de acoso de Pantaleón.






De Colombina está enamorado Pierrot (o Pedrolino), a pesar de que ella le es infiel, y muchos lo emparentan con el difundo del entierro (basándose en que el cortejo de Carnaval es una parodia del cortejo fúnebre con intención de burlarse de la muerte).





Polichinela vestía siempre de blanco y con un gorro puntiagudo. Tenía la nariz aguileña y la barbilla prominente, con voz nasal y de elevado volumen. A veces, también tenía joroba. Era un astuto matón que no se separaba de su garrote para darle una paliza a quien no pensara como él.












La riqueza histórica del tema no se agota en un análisis, ya que allí aparece, por ejemplo, el Príncipe del Carnaval, el “Carnario” italiano, el “Karner” alemán, donde la burla a la muerte era una constante, esa que se gritaba: “Carne vale” (Carne, adiós), que manifiesta la confluencia de lo religioso con lo humano.
Como decía Sófocles: “Muchas cosas son misteriosas, pero ninguna como el hombre”.

LOS CARNAVALEROS DE ANTAÑO, ESOS INGOBERNABLES

No había quien pusiese en vereda a los montevideanos de 1830 cuando sonaba la hora de soltar todas las ataduras para celebrar el Carnaval que había llegado. No hay duda de que se divertían de lo lindo, pero al parecer de una manera un tanto desaforada, que hacía que se pasasen al patio con demasiada facilidad.

Así, no necesitaban nada para entrar a arrojarse huevazos sin ningún miramiento y a propinarse baldazos con agua (y otros líquidos no muy afines) que dejaban a la gente empapada de pies a cabeza.
Y se ve que los excesos eran incontrolables, porque cuando se aproximaba la fecha del Carnaval, los diarios más serios comenzaban a dirigir sermones ceñudos por anticipado a una población demasiado fervorosa y participativa, por lo que se ve.
Así, el muy respetable "El Universal" predicaba sensatez en estos términos: "Las diversiones públicas, cuanto más sencillas e inocentes, tanto más se conforman con los principios de la decencia y la buena educación. Pero la costumbre de jugar con agua y huevos en los días de Carnaval, además de ser torpe y escandalosa, es perjudicial a la salud, y propensa a fomentar las pendencias y desgracias". Muy cierto.
Por si no hubiera prendido esta mesurada exhortación inicial a la cordura carnavalera, el mismo diario, ya sobre la fecha de inauguración de la fiesta, vuelve a dirigirse a los pobladores de Montevideo, pero ahora con un lenguaje un tanto más destemplado y perentorio: "A no cometer las ridículas extravagancias y groserías que han llevado a los extranjeros a calificar a los orientales de locos y salvajes". Lo que revela la magnitud de las salidas de madre de aquellos montevideanos.
Pero no eran sólo los diarios serios los que se erigían en catones: la Policía no quiso quedarse atrás y dio a publicidad un edicto de severidad más que reveladora, prohibiendo de modo terminante jugar con agua, arrojar huevos o darse golpes. Pero no se quedaba en la mera exhortación edificante, sino que establecía penas muy concretas y sañudas de prisión y fuertes multas a los infractores.
Quedaron así preparados los ánimos para recibir un Carnaval que sería, a no dudarlo, ejemplar, al revés del de años anteriores; divertido, sí, porque para eso es Carnaval, pero cuerdo y bien educado como corresponde a países que, aunque nuevos, ya poseen un grado de cultura que los pone por encima de... ¿Cómo? ¿Qué se lee en este mismo diario "El Universal", aludiendo al Carnaval recién concluido?

"El agua cayó a torrentes, se consumió el innumerable depósito de huevos que existían acopiados desde algunos meses antes, y la autoridad fue espectadora tranquila del menosprecio por sus propias medidas"...
Es inútil. Ya vamos viendo cuánta razón le asistía al Coronel Latorre cuando, cuarenta años después, comprobaba que, tanto en su tiempo como en el origen del país, "los uruguayos son ingobernables". Al menos cuando de divertirse se trata.

jueves, 29 de marzo de 2012

DIOS MOMO

En Roma antigua se rendía culto a un dios denominado Momo, que según la leyenda era el dios de "las chanzas y de las burlas; hijo del sueño y la  noche; era en fin el dios de la locura que con chistes y agudeza y con mímicas grotesca, divertía a las mil maravillas, a los excelsos dioses del Olimpo".

El mítico dios momo es asociado con un compañero llamado "Como" cuyos adoradores andaban corriendo por la noche, con antorchas encendidas, coronados con flores, enmascarados y cantando al son de instrumentos musicales.
Era hijo de Hipnos y de Nix de Eris. Momo era el dios de las burlas, los chistes y las bromas. Se encargaba de corregir con sus críticas, aunque sarcásticas, a los hombres y también a los dioses. Se le consideró especial protector de los escritores y los poetas.
Una vez, bromeó acerca de unos inventos que habían creado Poseidón, Hefesto y Atenea. Poseidón había creado al toro y Momo se rió de él por haberlo hecho con los cuernos mal colocados. De Hefesto se mofó porque a su obra, el hombre, le faltaba una ventanilla en el corazón para poder conocer sus intenciones y pensamientos secretos. A Atenea la criticó sardónicamente porque la casa que había construido era demasiado pesada si el propietario quería trasladarse a causa de unos molestos vecinos. Y por estas mofas Momo fue expulsado rápidamente del Olimpo. También se cuenta que se burló de Afrodita porque hablaba mucho y porque sus sandalias hacían mucho ruido al andar.
Momo personifica la crítica jocosa, la burla inteligente. Habitualmente se le representa vestido de arlequín, escondido tras una máscara que levanta de los rostros de los demás, o del suyo propio, y acompañando cada una de sus manifestaciones con un palitroque terminado en forma de cabeza de muñeco, símbolo de la  locura.